Fin de la emisión

 



Ha llegado el momento. Con gran tristeza debemos decir adiós a esta revista, que durante años ha ofrecido a los jóvenes una plataforma para expresar sus pasiones, intereses, opiniones y preocupaciones. Las despedidas nunca son fáciles. A veces previstas, a menudo inesperadas, separarse de lo que ocupaba una parte de nuestros corazones y mentes es difícil de asumir.

En ese sentido, me gustaría empezar este último artículo, que se parece más a una carta de despedida que a otra cosa, con esta expresión tan cliché como cierta. "Todo lo bueno llega a su fin”.

Es una frase que entrará por nuestros oídos, resonará en nuestra cabeza o saldrá de nuestra boca muchas veces a lo largo de los años. El contexto diferirá de una ocasión a otra: un amor breve, un viaje para recordar o un adiós definitivo de alguien que nos importaba tanto. La cosa es que no existe la eternidad y el tiempo siempre será la última frontera para todo lo vivo.

Opinión20 estaba, en cierto sentido, viva. Vivía en las yemas de los dedos de todos los que formaban parte de ella, tecleando sus pensamientos y reflexiones, sus análisis y debates. Vivía en la mente de los lectores, que, aunque no eran abundantes, seguían de cerca cada artículo que publicaban sus redactores. Sí, teníamos pocos lectores, pero muy especiales. No les cambiaría por nada en el mundo. Eran nuestros amigos, familiares, seres queridos y, en general, personas que apoyan la idea de que la juventud tiene mucho que decir, muchas cosas buenas que decir, y merece ser escuchada. Gente convencida de que podemos marcar la diferencia. Es ese mismo pensamiento, esa idea, la que debemos seguir propagando más allá del cierre de esta revista.

Es una lección muy importante que debemos recordar: no importa cuál sea nuestro campo de trabajo o nuestras pasiones, siempre podremos marcar la diferencia. Siempre podemos hacer oír nuestra voz y proponer soluciones a los problemas que nos rodean. Sin complejos, sin temor a equivocarnos.

Por eso, aunque ahora debamos decir adiós a Opinión20, esta despedida no puede suponer el final de nuestra lucha. Debemos seguir escribiendo, investigando, leyendo y debatiendo sobre nuestros temas de interés. Debemos seguir luchando por la libertad de expresión y la diversidad de opiniones. Debemos seguir generando debate, cuestionando todo lo cuestionable. Debemos seguir haciendo oír nuestra voz y proponiendo soluciones a los problemas a los que nos enfrentemos como sociedad.

Todo lo bueno llega a su fin. Pero creo que todos podemos despedirnos sabiendo bien que hemos formado parte de algo más grande que nosotros mismos, que en su magnitud desempeñó un papel en el sustento del pensamiento académico, el desarrollo del pensamiento humano y el mantenimiento de los valores democráticos que construyen el núcleo de la sociedad en la que vivimos. Porque si bien todo lo bueno se acaba, hay cosas cuyo fin no puede llegar.

No quiero cerrar este artículo sin antes dar las gracias a todos mis compañeros, a nuestras editoras y su paciencia aparentemente infinita, a nuestro equipo de redes sociales y a nuestra dirección, a Adri, por mantener la revista en marcha hasta que llegó el momento de cerrar el telón por última vez.

¡Hasta siempre, Opinión20!


Por Mark Kieffer Duarte