Lo que hay más allá del jardín



Fotografía de Alba Bernabé:@alba.bernabe


<<En algún lugar, perdido en los nublados anales de la historia, se encuentra un lugar que pocos han visto, un lugar misterioso llamado lo Desconocido, donde se revelan historias olvidadas durante mucho tiempo, a los que viajan por el bosque>>


Over the Garden Wall es una miniserie de 10 capítulos ideada por Patrick McHale, que se emitió por primera vez en 2014. A través de esos capítulos se va narrando la aventura de Wirt y Greg, que atraviesan las profundidades de “lo desconocido”. Y pensaréis, pues estupendo, es otra serie más de dibujos. Estas líneas las destino a demostrar que hay algo especialmente cautivador en este universo y que es un precioso lugar para sumergirse durante, al menos, poco más de una hora que dura la historia completa. 

¿Por qué es especial esta serie?, o mejor dicho, este cuento. ‘’Lo desconocido’’ se presenta como una especie de limbo entre la vida y la muerte, entre los sueños y la realidad. Está recubierto de una estética del folklore rural americano, del arte victoriano y de los cuentos clásicos que conocemos. El objetivo de su creador era muy claro, como él mismo explica: “Los gustos de la gente van cambiando a medida que uno se hace mayor. Así que cuando te propones hacer algo para una audiencia de todas las edades tienes que encontrar un buen equilibrio. Over the Garden Wall es un intento de cautivar a los niños hacia algo que les podía parecer normal, aburrido y viejo, además de enseñar a los adultos que el entretenimiento infantil es más sofisticado de lo que creen.

La serie es interesante para todos por distintas razones. La historia va, capítulo a capítulo, acogiendo los elementos de cuentos de hadas con los que podemos estar familiarizados, tratando de desvincularlos de siglos de asociaciones con la cultura popular y empleándolos para evocar imágenes nuevas. Además, se muestra algo que es bastante raro en la producción infantil, la ambigüedad moral de los cuentos. A lo largo de la historia los dos protagonistas van a ir topándose con personajes variopintos que van transformando lo familiar en extraño. Este universo está repleto de referencias visuales a ilustradores y editores de libros infantiles del siglo XIX y principios del XX. Por otro lado, la música es uno de los elementos que ayudan a formar un todo perfectamente armónico: la mayoría de personajes principales son músicos, algo que queda plasmado en la producción, ya que todas las canciones son originales. Los compositores principales son The Blasting Company, que hacen una mezcla de folk, jazz, música de salón, etc. También cuentan con conocidos cantantes de ópera como Deborah Voigt o Samuel Ramey. Sin embargo, no es imprescindible conocer todo este entramado para apreciar la historia.



Los cuentos ocupan cada vez un espacio más pequeño, se conocen demasiado bien las historias que hemos ido repitiendo insistentemente. En el cine es muy visible esto con los famosos remakes, especialmente de Disney, y da la sensación de que nuestro canon de cuentos lleva bastante tiempo anquilosado debido al deseo comercial de escuchar reiteradamente las mismas historias. Incidiendo en “lo desconocido”, no aparece ninguna historia reconocible, pero sí es probable caer en las malas pasadas que te juega tu estructura mental, que presupone las asociaciones preestablecidas.
Aunque exista una tendencia a subvertir las convenciones de los cuentos, se siguen ajustando más al canon de lo que lo rompen: príncipe rescata a princesa, un beso rompe el hechizo, imposiciones culturales, la ausencia de figuras maternas y paternas, la aparición de personajes absolutamente canónicos. Se van poco a poco intentando fusionar elementos reconocibles con guiños, por ejemplo, al empoderamiento femenino, que pecan de desviar la atención de la estaticidad de las historias. Over the Garden Wall hace uso de numerosos elementos para construirlos en forma de una gran ventisca de aire fresco. Al principio de la historia Greg deja un rastro de caramelos para marcar el camino, como en Hansel y Gretel; la bestia exige un peine dorado y un hilo de plata; un hombre atormentado sólo se puede liberar de su carga si encuentra alguien que ocupe su lugar; la amabilidad con la naturaleza se recompensa; no se debe confiar en las brujas. Pero todos los motivos empleados aparecen frustrando nuestra lógica interna.
Los cuentos, potencialmente, se pueden disfrazar de lecciones, pueden inculcar valores, transmitir posturas morales y, más que todo eso, atrapan la atención. Esta serie nos llega con un mensaje difícil de extraer, que es la propia clave del asunto. Es una representación visualmente muy cuidada y moralmente ambigua, como las historias y tradiciones narrativas populares de las que se nutre. Esto permite al espectador experimentar el cuento en términos propios. Nos recuerda que los cuentos de hadas no tienen por qué significar nada por sí mismos. Y que los mensajes son menos significativos y menos duraderos que la forma en la que se transmiten , a través de motivos evocadores y cargados de emoción, a los que cada espectador y narrador puede conferir nuevos significados.

Os dejo un enlace a la banda sonora completa y una invitación a descubrir “las mentiras más bellas de todas”.


Por Elena Zaldo