Canciones para recordar (te)

Estas navidades son raras y quizás hasta difíciles para todos. En mi caso, a la rareza de la situación se le añade un detalle que me pesa más de lo normal, y que es imposible pasar por alto: son las primeras navidades sin un familiar querido. Más allá de las dificultades pandémicas para juntarnos con nuestros amigos, salir y hacer vida normal, echo de menos la anterior normalidad que incluía unas navidades junto a mi abuelo.
Los que ya me conocéis o me habéis leído en estos meses, sabréis que mi mayor pasión es la música, y una vez más me cuido y me impulso a través de ella. Veréis, mi abuelo cantaba genial, y en su casa (que también la siento un poco como mía) se escuchaba mucha copla, hasta en navidades. Si bien mis gustos musicales no están muy orientados hacia la copla, y tengo más bien poquito de folclórica (que ya me gustaría a mí lo contrario), hay una parte de mí que sonríe y siente cerca a mi abuelo cada vez que escucho Antonio Molina, o que canto con mi familia La bien pagá. Cierro los ojos y le siento a mi lado cantando conmigo, disfrutando, y me recuerda ya no sólo lo mucho que le echo de menos (una añoranza que los que saben de lo que hablo, entenderán cuando afirmo que la tendré para siempre), sino también todo el amor que he recibido. Me recuerda que a partir de ahora cada vez que canto, sea la canción que sea, mi voz se la está dedicando a él.
Por lo tanto, aquí me tenéis en enero, cantando copla entre villancicos, escuchando A tu vera con lágrimas en los ojos y una sonrisa plena. Me gustaría proponeros algo: pensad en esa canción que os lleva hasta esa persona que estáis echando de menos en esta época, sean por los motivos que sean. Escuchad y disfrutad. Si me las hacéis llegar por privado o a través de las redes sociales de Opinión20, no dudéis que las escucharé y crearé una lista de reproducción con todas ellas. Una vez más la música nos une, nos salva, nos recuerda y, sobre todo, nos abraza. 
Mis abuelos bailando

Concluyo este artículo con unas líneas que le dediqué en su momento y que a día de hoy siguen resonando en mi cabeza:

Y es que a mí nunca me ha hecho falta perder para valorar, porque él sabe que nos hemos querido mucho, porque lo he tenido siempre presente y a decir verdad nada de eso va a cambiar.

Al final es echar de menos eternamente,

y querer como hasta ahora, con todo el corazón y para siempre.

 

Por Teresa Camarena Moreno