Cómo hacer un Match perfecto sin usar Tinder


Matthew Lieberman y su equipo del laboratorio de Neurociencia Social Cognitiva de UCLA han encontrado una manera mucho más fácil y rápida de hacer match con otras personas que utilizando apps de citas. La base de este descubrimiento es la sincronía neural, captada mediante una técnica de neuroimagen basada en la hemodinámica cerebral llamada fNIRS (espectroscopia funcional del Infrarrojo Cercano, similar en algunos aspectos a la Resonancia Magnética funcional). ¿Pero qué es la sincronía neural? Se resume en que, ante un mismo estímulo, dos o más personas que interpretan y experimentan la realidad de manera igual o muy parecida presentarán la misma activación en las mismas áreas cerebrales simultáneamente. ¿No entiendes de qué va esto? ¿No sabes qué tiene que ver con Tinder? Te lo explicamos a continuación.

Cada uno de nosotros ve el mundo desde una perspectiva física (como las puestas de sol o señales de tráfico), psicológica (las emociones y personalidades de los que nos rodean) y “del significado” (entender lo que sucede a nuestro alrededor o entender a los demás, por ejemplo). Estas maneras de ver el mundo se procesan de forma a veces parecida en el cerebro, y podría decirse que definen en gran parte nuestra manera de ser, pensar, sentir y actuar. Además, se pueden ver en mayor o menor medida influenciadas por nuestras creencias y valores, lo cual plantea la siguiente idea: ¿Las personas que comparten ideales muestran patrones de activación neural similares al enfrentarse a situaciones en las que esas creencias están involucradas? Sí, la respuesta parece ser que sí, y es justo esta la base del “nuevo Tinder”. Midiendo la actividad cerebral de dos personas ante un mismo estímulo, como por ejemplo un tema de conversación como el aborto, el cambio climático o la política, se puede deducir su compatibilidad en función del nivel de sincronía neural que presenten.

Sí, puede que estés pensando lo mismo que mucha gente: “la cantidad de tiempo y esfuerzo invertido en conocer a gente (ahorra irrelevante) que me podría haber ahorrado”. A pesar de que haya que tener otros factores en cuenta a la hora de establecer una relación, y a pesar de que también se le puedan sacar cosas positivas a eso de conocer a varias personas hasta dar con la correcta, suena bien la idea de encontrar en un segundo a alguien que vea el mundo como lo ves tú, incluso si es solo una amistad. Quizá estás pensando que es justo lo que necesitas y quieres saber cuándo lo podrás usar. He de decir que aún es muy pronto para hacerse ilusiones y desinstalarse todas las apps de citas, pero el lado positivo es que es un ámbito prometedor así que hay esperanzas.

Además de esta llamativa utilidad, se han planteado otras muchas que también podrían facilitarnos la vida en otros aspectos. Se podría emplear, por ejemplo, en las sesiones de orientación vocacional para aquellos que no saben qué estudiar o a qué dedicarse. Bastaría con presentarle al sujeto varios profesionales que sean productivos, exitosos y estén felices con lo que hacen, y ver en qué medida presenta sincronía neural con cada uno de ellos mientras estos hablan y el sujeto escucha. Es decir, nos diría que con 17 años (por ejemplo) vemos las cosas de una manera al menos ligeramente parecida a un profesional en concreto, dándonos una idea de hacia dónde poder orientarnos. También podría emplearse en las empresas para identificar a aquellos empleados que se sienten quemados en el trabajo, los cuales presentarían mucha sincronía con un sujeto que comparte su experiencia con el burnout, e intervenir para recuperar la motivación y la productividad.

Como se puede ver, el mundo que conocemos presenta gran cantidad de posibilidades que buscan ayudarnos en el día a día, y a cada paso que damos descubrimos otras muchas. Todo el mundo las utiliza en algún momento u otro, y nos adaptamos sorprendentemente bien a ello. Sin embargo, considero que también es necesario evitar la obsesión con la idea de ese “alguien perfecto”, ya que el hecho de que vea el mundo igual que tú no tiene por qué ir de la mano con que te aporte todo lo que necesitas. Debemos esforzarnos por conservar la curiosidad o el interés por conocer lo desconocido, probarlo y equivocarnos de vez en cuando. Es innegable que tiene un cierto encanto, y al fin y al cabo, muchas veces es lo que realmente se esconde detrás de algunas de las anécdotas más curiosas de nuestras vidas.


Por Beatriz García Valverde