Innovación y otras pasiones




Hace unas semanas vi una Ted Talk titulada “Por qué algunos de nosotros no tenemos una verdadera vocación”. La impartía Emilie Wapnick, escritora, coach, blogger y community leader. 

La charla transmite la idea de que hay gente que no encuentra la carrera de sus sueños porque son “multipotencial”, es decir, personas que nunca han encontrado una única pasión ,sino que tienen muchos intereses creativos. Estas personas explorarán un ámbito, lo devorarán, y después de un tiempo se cansarán de él para encontrar una nueva pasión. Suelen tener vidas y carreras inestables. Tienen tres características en común: la capacidad de sintetizar ideas, aprender rápido, y volverse expertos en su disciplina.

Sin embargo, lo que más me llamaba la atención fue que tienen la capacidad de innovar, son capaces de encontrar puntos en común entre disciplinas que a simple vista no tienen nada que ver. Pasan por tantas disciplinas que pueden ver las cosas más simples desde mil perspectivas distintas.

Un ejemplo de persona multipotencial puede ser Amy Ng, editora de revista, ilustradora, empresaria, profesora y directora de arte. Otros ejemplos de persona multipotencial podrían ser Steve Jobs, Einstein o Da Vinci.

Quizás ser multipotencial es algo con lo que se nace. Pero simplemente la idea de ser una persona que es capaz de nunca dejar de aprender, de tener una menta abierta para no tener miedo de explorar diferentes perspectivas, que absorbe conocimiento como una esponja. Una persona curiosa, autodidacta… parece algo admirable.

Hablando de esto, personalmente me viene a la cabeza lo fundamental que es la educación: cómo mejora la vida de las personas y cómo mejora nuestra sociedad fomentando la igualdad. Una persona educada, de mente abierta, capaz de escuchar todas las versiones de una sola historia, no solo la versión de los ganadores o la de los perdedores, para aprender valores, justicia, y, sobre todo, para hacernos un poco más humanos. 

Hablamos de hacernos un poco más humanos en un mundo donde, históricamente, somos la sociedad más conectada y, a la vez, la más solitaria. Las nuevas tecnologías son una herramienta que nos hace la vida más fácil, para no tener que salir del sofá para hacer la compra. Pero también tienen el poder de iluminarnos a través de todo el conocimiento que contienen, nos dan el poder de ser autodidactas, de convertirnos en expertos en el campo que queramos, y creo que de aquí es de donde nacen, y vemos, cada vez más personas “multipotenciales”. Personas que son capaces de usar la tecnología de la forma más beneficiosa para explorar todas las disciplinas en las que tienen curiosidad.

Los multipotenciales son personas creativas por definición, y la creatividad es eso mismo que viene de la mano de la innovación. Hablando de creatividad, hay un documental de Netflix, “El Cerebro Creativo” hecho por el neurólogo David Eagleman, que habla de esto mismo, de cómo la innovación viene detrás de la creatividad. También habla de cómo la creatividad es fundamental en la ciencia, de cómo las actividades creativas pueden ayudar a mejorar la educación, el poder curativo sobre presos en cárceles, e incluso del inesperado proceso creativo detrás de Juego de Tronos.

Y, así, mezclando creatividad en cualquier disciplina, es cómo podemos innovar y volvernos todos un poco más multipotenciales.

La Ted Talk acaba con Emile hablando de cómo esta clase de personas es necesaria e indispensable hoy en día. Por su creatividad, por ser capaces de “think outside the box”, pensar fuera de la caja. Ojalá todos tengamos algún día la capacidad de explorar tantas pasiones como podamos, de no conformarnos: la romántica idea de tener algo que te mantenga despierto por las noches y te motive para levantarte por las mañanas.

Hay mucha gente que sufre la presión de “no sé qué quiero estudiar”, e incluso dentro de una carrera universitaria piensan en cambiar de opción. Ojalá todas esas personas puedan tener inspiración para ser un poco más “multipotenciales”, para explorar y probar todas las disciplinas posibles, encontrar cuantas más pasiones posible, aprender más sobre ellos mismos, sobre lo que les gusta y lo que no, y quizás algún día encuentren ese “algo” en el que construir esa vida. U ojalá no, y construyan una vida en mil cosas diferentes. Que sea eso que les hace felices, porque al final y al cabo, eso es lo único que cuenta.