Parece que da vergüenza aceptar que somos cotillas. Espera, ¿que no os interesa el chisme? ¿Ni los salseos de siglos pasados? Seguro que sí, pero comprobémoslo: si estudias o te puedes dedicar a investigar sobre cuestiones históricas me cuesta mucho imaginar que no te motiva ni un poquito el escándalo y las polémicas; para aquellos que se decantaron en su día por las ingenierías y demás especialidades anti-históricas, podéis visualizaros en esa clase terroríficamente interesante sobre el reinado de Yoqueséquién V de Alemania que tanto os aburría... ¿ya estáis?, pues imaginad el momento de la profesora diciendo “hay una anécdota”, “las crónicas cuentan”, “nunca se supo si...” etc. En ese momento prestabais atención, ¿verdad?
Este artículo trae, por tanto, salseo histórico-literario-musical: un tres en uno. Hay una ópera preciosa de Verdi titulada La Traviata con un argumento que está basado en el libro La dama de las Camelias de Alexandre Dumas (hijo, el padre era el de los mosqueteros, para no perderse). Esta novela de 1848 es ¡¡autobiográfica!!, y es que no es casualidad que se publicase un año después de la muerte de Rose Alphonsine Duplessis (apodada Marie), una cortesana de lujo con la que Dumas mantuvo una apasionada relación.
El argumento se basa en el amor de un joven de buena familia, Armando Duval, por Margarita Gautier, una joven cortesana de moda en París. La ferviente relación cesa cuando Margarita le abandona, pero no motu proprio; en realidad está siguiendo los ruegos del padre de Armando, que ve en peligro la carrera de su hijo y el honor del nombre de la familia. Margarita sacrifica su relación por el bien de Armando, terminando sus días muriendo víctima de la tisis. El drama que encierra dicho sacrificio, muestra real de amor, unido a la adversidad de la enfermedad y la muerte, convierte a este personaje en toda una heroína romántica.
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| Retrato de Marie Duplessis con una camelia blanca, por Edouard Vienot |
La muerte de Marie Duplessis - Margarita Gautier en la ficción - no pasó desapercibida, acudiendo en masa a su funeral grandes personalidades entre los cuales se encontraba Charles Dickens. Tal era la magnitud del evento que el escritor llegó a decir: “vista la conmoción general parecía que estuvieran enterrando a Juana de Arco o alguna otra heroína nacional”.
La estela de Marie Duplessis sigue latente hoy en día: no sólo ha pasado a la historia como musa, siendo mitificada en distintos formatos artísticos, sino que también ha trascendido como personaje histórico en la actualidad, puesto que dos siglos después siguen llegando camelias blancas al cementerio de Montmatre, el símbolo distintivo de nuestra heroína.
