#IlustresPersonajes: Phillis Wheatly

Pocos personajes de nuestra historia representan tanto como la protagonista de la siguiente entrega de Ilustres Personajes. Lucha racial, reivindicación de la mujer y una historia de superación sin precedentes. Su nombre es Phillis Wheatly

De origen senegalés, llegó a la tierra que posteriormente llamarían de las oportunidades, tal vez, por historias como la suya. Como muchas mujeres negras de África, alcanzó las orillas de Nueva Inglaterra en barco. Por aquel entonces, ya estaba muy extendido el mal fario de tener un barco sin nombre, por lo que aquel navío llevaba el nombre de Phillis. En ese momento, tenía la dulce edad de ocho años. Corrían tiempos oscuros en aquella colonia inglesa de 1761 y símbolos que hoy encarnan la bandera de lo que sería Estados Unidos, estaban reservados para solo unos pocos privilegiados. La libertad y las oportunidades eran para los blancos, mientras que los negros eran tratados como esclavos. Ese fue el destino de nuestra protagonista. Comprada por una rica familia en Boston: la familia Wheatly. Por fin llegamos hasta el origen de un nombre que estaba destinado a marcar la historia de la poesía. 

Hasta aquí, y conociendo las duras historias de la esclavitud negra en el Estados Unidos de la época, podemos considerar a Phillis como una auténtica afortunada. Fue comprada para ser la criada de una adinerada familia, que debido a su elevado estatus social y económico, no podían disponer de una esclava que no supiera leer y escribir. Gracias a este detalle característico de aquel tiempo, estaba gestándose el talento de la primera poeta negra de la historia de la democracia más antigua del mundo. Phillis Wheatly estaba recibiendo una educación única, totalmente al margen de lo normal en aquella época para una mujer negra y esclava. A la edad de 14 años, escribió su primer poema y continuó desarrollando su obra hasta que finalmente, con 20 años, tuvo su gran oportunidad. La familia había convivido con el talento de la joven Phillis y decidieron luchar por la publicación oficial de su libro de poesía. Viajaron a Inglaterra con una clara intención: que una mujer, esclava y negra, publicase un libro. Imaginen la tesitura en la Inglaterra de 1773, a tan solo tres años de la independencia de la colonia británica de donde provenían. 

Para poder publicar su libro de poesía, Phillis fue juzgada, y sí, digo juzgada porque fue un tribunal encargado de sentenciar otros delitos el que examinó con atención la obra de aquella joven. Acusada en un primer momento de plagio por el tribunal, atribuían a Phillis el delito de copiar el libro y tuvo que demostrar su conocimiento de la escritura y la lectura. No daban crédito a que una mujer pudiera haber creado semejantes poemas. Según cuentan los historiadores, el tribunal sostuvo hasta la demostración que aquello lo debía haber copiado de algún poeta, varón y blanco, de Nueva Inglaterra. Las intervenciones de Phillis y el apoyo de su bien posicionada familia fueron determinantes para que por fin, la primera poeta negra y esclava de la historia, publicara su obra. Ese mismo año, en 1773, la familia Wheatly, en un acto poco común pero poco a poco extendido, liberó a Phillis. El acto se conocía como emancipación… Ver para creer que el significado de esa palabra hoy en día algunos la asocian con libertad también, ¿verdad? 

Esta historia, no tiene un final feliz como pudiéramos pensar. La familia Wheatly cayó enferma y Phillis se casó con un liberto (otro esclavo liberado) que fue encarcelado por deudas. Ella murió, enferma y con un hijo, pero su obra e historia perduró hasta nuestros días.

Nuestro relato de Ilustres Personajes es representativo de lo que hoy en día se sigue reivindicando en las calles de medio planeta: la igualdad de la mujer frente al hombre y la no discriminación racial. Phillis encarna el nacimiento, el germen del esencial movimiento feminista y la lucha contra el racismo. Muchos años han pasado ya desde que Phillis luchara contra su destino a base de cultura y talento, tal y como hoy lo hacen miles de mujeres en el mundo. El camino por la igualdad sigue y tenemos mucho que agradecer a grandes mujeres como Phillis Wheatly


Por David Fernández