Si os digo que el arte es poderosísimo probablemente me digáis una de estas dos cosas: o que el arte es efectivamente poderosísimo, menos su expresión en un cuadro blanco con un punto azul en el medio; o que efectivamente el arte es poderosísimo, no me estás contando nada nuevo, chao.
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Negro y Violeta, por Vasili Kandinsky, 1923 |
A raíz de estos ejemplos podemos ver todo lo que puede llegar a conseguir el arte: visibilizar, empoderar, ayudarnos a escapar, llegarnos hasta muy dentro del alma rozando incluso nuestras creencias,…el arte es tan poderoso que algunos conscientes de ello lo censuran, al arte o al artista en sí mismo. Este fue el caso de Corita Kent.
Para aquellos que siguen pensando que el arte moderno merece palos voy a sacar el as bajo la manga: las serigrafías de Sister Corita. Monja, activista y artista que revolucionó el arte pop con sus mensajes de paz y amor en sus pancartas y obras. Utilizaba citas bíblicas para militar por la justicia social y animar a otros a hacerlo. No le fue difícil, claro, porque sus obras lanzaban un mensaje potente, actual y acompañado de todo tipo de colores.
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Ejemplo de serigrafía de Corita Kent, 1965 |
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Ejemplo de serigrafía de Corita Kent, 1967 |
Ella era tan devota como artista, pero decidió dejar los hábitos. Al parecer, sus mensajes críticos acerca de las miserias de la época, como la Guerra de Vietnam, o incluso de miserias actuales como el racismo eran considerados demasiado radicales. Incluso, por una parte de la Iglesia que prefería alejarse de las opiniones de la monja consideradas como “subversivas”. Y es que cómo nos ha gustado censurar el amor desde siempre si no adopta la forma que le queremos dar ¿eh?
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Ejemplo de una de las serigrafías de Corita Kent acerca de la Guerra de Vietnam, 1967 |
Pese a todas las presiones que recibió y a los intentos de acallarla, nadie consiguió censurar a Corita. Tiene que ser realmente difícil estar entre la espada y la pared, elegir a qué dedicar una vocación plena: mi arte o mis creencias. Y especialmente cuando son tus creencias de amor las que inspiran tu arte y tu arte el que inspira amor.
La “ya no Sister” Corita siguió haciendo arte como le dio la gana y siguió con sus creencias, diciendo no a quienes querían que renegase de ellas.
Su pop art “espiritual” ejemplifica a la perfección el poder del arte, porque había quienes preferían silenciarlo, vamos, muestra de que este era efectivo.
Las obras de Miguel Ángel son poderosas, han tocado almas.
Las obras de Kandinsky son poderosas, nos evaden.
Las obras de Banksy son poderosas, nos conciencian.
Las obras de Corita son poderosas, le permitieron opinar.
De esta forma la conclusión es que el arte nos llena a todos de distintas maneras. Unas expresiones de este quizá nos llenen más que otras, pero, aunque no se entienda el efecto de un cuadro blanco con un punto azul en el centro, quizá al vecino, espectador o artista, si le haya dejado huella. El poder del arte.
He de decir que a mí en lo personal me cuesta muchísimo, pero muchísimo aceptar que un cuadro en blanco se subaste por una millonada. Aunque supongo que esa es otra historia que va más allá del poder del arte, y tendrá que ver con el poder del caché y con el poder de decir sin miramientos “no pues yo… yo tengo un Picasso”. Sin embargo, lo que no puedo negar es que el cambiar ese “buah eso lo hago yo” por un “por qué el artista dibujaría esto” merece la visita al museo, ayuda a abrir la mente y a no acusar a nadie de merecer un palo.
Por Lucía López Arana