La historia de nuestras vidas

"La historia de nuestras vidas, por Allison Hamilton Calhoun. Para mi amor, Noah. Léemela y regresaré a ti"

Creo que a muchos de nosotros nos suenan los nombres de Allie Hamilton y Noah Calhoun. Los dos protagonistas que se enamoraron al principio de los años cuarenta y cuya historia de amor se desarrolló en la gran pantalla.

Sin embargo, muy poca gente conoce a Jack y Phyllis Potter; un matrimonio británico. Ella padecía alzheimer, él estuvo escribiendo un diario durante más de cincuenta años para luchar contra la demencia que sufría su mujer. 

¿Os suena? ¿Sí, verdad? Efectivamente, es justo lo que estáis pensando. A pesar de la diferencia con los nombres, ambas parejas son la misma. Jack y Phyllis existieron en la vida real y su historia de amor se llevó al cine de la mano de Ryan Gosling y James Garner interpretando a Noah Calhoun en su juventud y vejez y Rachel McAdams y Gena Rowlands como Allie Hamilton en la famosa película "El Diario de Noah". En este artículo, os contaré la verdadera historia de amor que se esconde detrás de este matrimonio.

 
James Garner y Gena Rowlands ("El Diario de Noah")

Corría el año 1941, Jack tenía diecinueve años y Phyllis veintiuno. Se conocieron en un baile en plena Segunda Guerra Mundial, un cuatro de octubre como bien detalla Jack en su diario. En él escribe:

“Ha sido una tarde fantástica. He bailado con una chica maravillosa. Espero verla de nuevo”

Desde aquel momento, Jack registró todas y cada una de las vivencias que pasó con Phyllis. Año y medio después de conocerse, se casaron y el siguió anotando en su diario cada instante que vivió con su mujer. Así estuvo setenta años, pero por desgracia, la felicidad no es eterna y ella enfermó. Phyllis comenzó a padecer demencia y tuvo que ser ingresada en una residencia donde atendieran todas sus necesidades.

Pero, a pesar de todo lo malo, Jack no se rindió y supo sobreponerse a las circunstancias. Todos los días iba a ver a su mujer, llevando los diarios que con tanto cariño fue escribiendo durante tantas décadas, mostrándole fotos y recuerdos para intentar que ella no olvidara el amor que se profesaron a lo largo de toda su vida. Como dijo Jack: 

"Era una pareja de baile excelente... enseguida pensé que era maravillosa y aún lo pienso. A pesar de su estado, es muy cariñosa y me abraza cada vez que voy a verla"

Por desgracia, en el año 2013 se perdió la pista de este matrimonio. A día de hoy no se sabe qué les deparó el destino, pero creo, que ha quedado claro que su amor ya ha demostrado ser eterno e imparable.

Debemos recordar que el amor que Jack sentía hacia Phyllis fue implacable y jamás dudó sobre él. Es por eso por lo que creo que esta historia de amor merece ser contada y es necesario que quede constancia de que el amor todo lo puede, porque si se quiere de verdad, los límites solo pertenecen a la imaginación.

Yo os he contado la historia, ahora sois vosotros los que tenéis que sacar vuestras propias conclusiones, pero si me lo permitís, y para rematar este artículo, me gustaría sacar las mías.

Creo firmemente que con esfuerzo y pasión todo es posible. Y me refiero a TODO, no solo hablo del amor. Recuerdo la primera vez que vi esta película, siempre pensé que sería la típica americana romántica y bobalicona. Pero cuando terminé de verla y encima supe el trasfondo que tenía y que estaba basada en hechos reales, pude sacar una reflexión muy clara: si de verdad nos proponemos algo, y le ponemos esfuerzo y tesón, nada es imposible. 

Sí, ya sé que la vida siempre nos depara muchas sorpresas. Algunas buenas y otras no tanto, pero está en nuestra mano afrontar las adversidades y tener el coraje suficiente para no rendirnos y luchar por lo que queremos. Y es que la vida, en definitiva, supone experimentar cambios constantemente. 

Como pude observar, lo más importante es el amor incondicional a pesar de todo y de todos. Y no hablo del amor romántico e idílico de las novelas de siglos pasados. Hablo de aquel amor que cuesta encontrar, el que no nos pone las cosas fáciles, pero que cuando lo tenemos en la palma de nuestra mano, nos aporta esa paz que tanto anhelábamos.

Otra de las cosas más importantes que he podido aprender de esta historia es que decir la verdad, nos salva. Sí, puede sonar a tópico, pero es completamente cierto. Hablar con el corazón en la mano, con la mirada fija en la persona a la que quieres. Y no dejarla marchar. En mi opinión, es mejor lanzarse y atreverse que arrepentirse por no haber hecho lo que se quería. No debemos dejar que nadie elija por nosotros, debemos ser dueños de nuestra vida y de nuestras decisiones.

Para terminar me gustaría mostraros mi parte favorita de la película en la que los protagonistas (ya de mayores) entablan una conversación preciosa:

Allie: ¿Crees que nuestro amor puede obrar milagros? 

Noah: Oh, sí, lo creo, por eso siempre regresas a mi lado. 

Allie: ¿Crees que nuestro amor nos sacará de aquí juntos?
Noah: Creo que nuestro amor puede hacer todo lo que nos propongamos.
Allie: Te quiero.
Noah: Yo también te quiero.
Allie: Buenas noches.
Noah: Buenas noches amor mío.

En eso consiste el amor, en dar y recibir, en querer y ser querido, en mantener el equilibrio y no caernos al vacío. Como dijo Leonard Cohen: "El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males".

Gracias Jack por mostrarnos lo que significa querer de verdad y por luchar contra viento y marea por tu alma gemela. Y gracias a la película y a sus actores por mostrar esta preciosa historia de amor.

Jack y Phyllis Potter

Por Ángela Taltavull