Por Cristina Sánchez García
El paro juvenil en España alcanza cotas del 45%, siendo así el segundo país de la Unión Europea en materia de desempleo juvenil, pudiendo compararlo con la tasa inferior al 20% que muestra la media comunitaria. No obstante, una reciente encuesta de Uniplaces.es y Trivu, afirma que al 35% de los jóvenes españoles en la franja de 18 a 25 años le gustaría abrir su propio negocio.
El paro juvenil en España alcanza cotas del 45%, siendo así el segundo país de la Unión Europea en materia de desempleo juvenil, pudiendo compararlo con la tasa inferior al 20% que muestra la media comunitaria. No obstante, una reciente encuesta de Uniplaces.es y Trivu, afirma que al 35% de los jóvenes españoles en la franja de 18 a 25 años le gustaría abrir su propio negocio.
Hay muchos factores ocultos que conducen a que gran parte de ese 35% se
quede en el dicho y no pase al hecho, siendo el miedo al fracaso uno de los
principales. Miedo al fracaso que afecta en mayor medida al género femenino, a
pesar de que, en comparación con Europa, España tiene mejores ratios en
emprendimiento femenino. Afortunadamente, la brecha de género paulatinamente se
va cerrando. En cualquier caso, estudios avalan que las empresas que cuentan
con liderazgo femenino presentan un porcentaje de fracaso un 14% más bajo.
Es harto sabido que la creatividad es la clave del éxito, y es precisamente
en tiempos de crisis cuando la imaginación es más efectiva que el intelecto,
así lo afirmaba ya Einstein siglos atrás. Sin embargo, en España no hay un
predominante espíritu emprendedor dado que no se nos forma para asumir riesgos,
no se ve el fracaso como una oportunidad de aprendizaje, ni tampoco se hace
especial hincapié en el trabajo en equipo o en el desarrollo de la creatividad.
Especialmente los jóvenes se topan con la falta de contactos y de financiación y el desconocimiento como principales piedras en su camino a la hora de lanzarse a emprender. Como denominador común en las startups creadas por jóvenes suele encontrarse la integración de la tecnología en las mismas, al tratarse de una ventaja comparativa dada su idiosincrasia de nativos digitales. También suelen poner especial atención en la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente y la responsabilidad social.
En cuanto al perfil tipo del emprendedor, es un hombre de 40 años, pese a
que esta cifra muestra una tendencia a la baja. Personalidades como Steve Jobs
o Mark Zuckerberg son todo un referente para eliminar las barreras mentales y
empezar a emprender. Como ejemplos más cercanos tenemos a Andrea Barber, CEO de
Rated Power; Gonzalo Murillo, con una admirable trayectoria profesional a pesar
de su corta edad, y un largo etcétera.
Además, a los jóvenes cada vez se les brindan más oportunidades de
acercamiento al ecosistema emprendedor. Veáse Start UC3M, asociación
estudiantil que fomenta el espíritu emprendedor universitario para tornar las
ideas en proyectos. Otro ejemplo puede ser GeneradorES, que se celebró el
pasado fin de semana reuniendo a 25 jóvenes de entre 18 y 30 años en aras de
generar ideas que puedan contribuir al futuro del país.
Propiedad de Start UC3M |
Decía Martin Luther King que lo importante es dar el primer paso con fe,
pues no es necesario ver toda la escalera completa, sino dar el primer paso.
Así que, ¡adelante!