Los pueblos. ¿Cuántos de los que leáis, a continuación,
estas sinceras líneas no habréis sentido alguna vez en vuestra vida algún tipo
de vinculación ya sea con vuestro pueblo, el de vuestros familiares o el de vuestros
amigos?
En una época donde la despoblación rural en España está de plena actualidad (más aún si hablamos de la provincia de Soria) es frecuente olvidarnos que, si queremos seguir disfrutando de todos los placeres que estos pueblos nos han traído y nos seguirán trayendo, hay que cuidar no solo de sus gentes, sino también de los edificios que los conforman. ¡Y esto parece ser que se nos olvida!
- ¿Cuál es el relato de esta deteriorada iglesia?
La iglesia de “la Degollación de San Juan Bautista”,
situada en el pueblo de Quintanilla de Nuño Pedro (Soria), es una
pequeña pero imponente nave con una característica bóveda como elemento
estructural más destacable – la cual, de acuerdo con los expertos en arte, es
de estilo prerrománico –.
Como tal, se desconoce con exactitud la fecha de construcción de la iglesia
de esta pequeña población. Sin embargo, según hemos podido calcular, sobre la
base de los registros hallados, se trataría de un templo del siglo XII.
En cuanto a su estado actual, padece de un deterioro exterior
considerable, lo cual, indudablemente, va afectando a la parte interior
de la misma.
Al tratarse Quintanilla de una pequeña localidad (antigua pedanía) dependiente del ayuntamiento del municipio de Espeja de San Marcelino, ni el pueblo ni los vecinos tenemos suficientes recursos propios para llevar a cabo la restauración que precisa la iglesia por nuestra cuenta. Dicha iglesia es el edificio más importante del pueblo, y nos duele terriblemente concebir que, por falta de recursos, acabe derrumbándose. A las generaciones de los 50 y los 60, que nacieron y crecieron en el pueblo, les duele en el alma ver su vertiginoso deterioro: allí se les bautizó, se les confirmó, hicieron la comunión y, en algunos casos, hasta se celebraron matrimonios. Por su parte, las generaciones más recientes compartimos esta consternación, puesto que somos plenamente conscientes de que si no cuidamos los edificios que dan forma a nuestro pueblo, las alegrías vividas en él acabarán por tener sus días contados.
Ahora bien, como ya es tradición en la "España vaciada", conseguir apoyos gubernamentales para la revitalización de las zonas rurales, desgraciadamente, no es nada fácil. Este breve relato transcurre en Soria, pero podría hacerlo perfectamente en Palencia, Burgos, Cuenca o Badajoz, entre muchas otras provincias. El patente desinterés por la perennidad de la España rural es desolador a ojos de los que tenemos tanta conexión con el campo y con la naturaleza en su conjunto. ¡Qué no se nos olvide de dónde venimos y de lo que deberíamos querer preservar!
Actualmente, en el caso de la iglesia de mi pueblo, las únicas opciones que parecen estar sobre la mesa son
dos posibles subvenciones: una concedida por el Obispado de Soria,
en colaboración con la Diputación Provincial, para la reforma de templos
e iglesias ubicados en el territorio de la Diócesis; y otra, de menor cuantía, concedida
exclusivamente por el Obispado para la ejecución de obras de
rehabilitación en iglesias, ermitas y casas parroquiales.
Sin embargo, para poder lanzar de manera fructuosa la solicitud de cualquiera de las dos ayudas se nos pide, por parte de las
autoridades concedentes, una significativa cantidad de fondos privados iniciales. Estos últimos serán clave a la hora de sopesar si se nos otorgan o no las subvenciones en cuestión – las
cuales en ningún caso suponen una financiación total de la obra… ¡ni mucho
menos! –.
¡Qué impotentes nos sentimos ante esta triste situación!
- ¿Por qué escribo esto?
La razón de este escrito es hacer un llamamiento
al buen hacer y solidaridad de las personas que, al igual que nosotros, lleguen
a leer este relato con cierta desazón. De esta forma, entre todas las personas
interesadas en que el patrimonio histórico-cultural de los pueblos de España no
caiga en el olvido, podremos contribuir a lograr que la iglesia se mantenga
en pie.
Nos sentiríamos muy satisfechos si, finalmente, se consigue que esta
pequeña población dejada de lado por los poderes públicos no se recuerde, precisamente,
por la caída del principal edificio que nuestros antepasados nos enseñaron a
respetar y a querer.
En cualquier caso, todo esto no es tan solo una cuestión de religión; sino
que se trata, sobre todo, de una férrea vinculación con bienes de interés
cultural que tanto han aportado a la historia de nuestro país. (: (: (:
- ¿Cómo puedes ayudar?
Si estuvieses interesado en colaborar con esta causa, tu ayuda
puede revestir numerosas formas: desde una pequeña aportación financiera
en función de tus posibilidades y preferencias económicas, pasando por algún consejo
de cómo organizar mejor esta búsqueda de fondos, hasta un acercamiento a
algún particular u organización que consideres que estaría dispuesto a apoyar
de manera altruista la reforma. Pero esto no es todo: ¡cualquier otra opinión,
idea, sugerencia o cable que quieras echarnos también será plenamente bienvenido!
Es más, por si te interesara consultarla, ya tenemos una memoria valorada – elaborada por un perito arquitecto – que detalla con precisión las actuaciones y arreglos concretos que han de hacerse, así como el coste estimado de cada uno de ellos. Solo pídenosla, ¡y te la enviaremos sin problema!
- ¿Cómo puedes contactarnos?
Llamando o escribiendo un WhatsApp (preferiblemente el segundo) a los siguientes
números:
- 680314806: Elvira García.
- 680565128: Rubén Serrano.
También puedes escribir a las siguientes direcciones de correo electrónico:
- garciaroncero@hotmail.com
- serranoruben74@gmail.com
- Nota
final
Eso es todo. Nuestro más sincero agradecimiento a todos aquellos que
os hayáis tomado el tiempo de leer estas humildes líneas.
Gracias de nuevo, ¡de corazón! ¡Juntos consigamos luchar contra la "España despoblada"! El patrimonio histórico-cultural de nuestro país merece que se le trate debidamente.
¡Actuemos ya, antes de que sea demasiado tarde!
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