Entrevista a "Yo te ayudo con la sele"
Por Álvaro Maldonado
"Que haya gente que diga: «eh, te puedo ayudar», eso sienta muy bien…”.
“Yo te ayudo con la sele” es una
iniciativa altruista nacida en medio de la cuarentena con el fin de crear una
red de ayuda donde universitarios que ya pasaron por la Selectividad responden
las dudas de los estudiantes que se preparan este año.
Una semana después de lanzar la iniciativa ya cuentan con un cuerpo de seiscientos
voluntarios que resuelve cientos de dudas a nivel nacional.
Vista la lección de solidaridad y empatía que nos dan al descubrir su
proyecto, gracias a un gran éxito en su difusión, decidimos invitarles a que se
asomen a nuestra Tribuna, en formato cuarentena a través de una videollamada.
La idea era que estuviésemos tres en esta, pero todavía no sé cómo acabé
entrevistando a ocho de sus creadores.
Todo empieza cuando Amaya, a los pocos días de empezar la cuarentena se
pone a pensar cómo era su vida hacía un año y lo mucho que había cambiado con
respecto al año anterior al acordarse de su paso por Selectividad: “Y me acordé
de los de segundo de bachiller que tienen que preparar la Selectividad. Escribí
al que era mi tutor de segundo ofreciéndome por si sus alumnos necesitaban algo
ya que yo iba a tener mucho más tiempo”.
Al poco rato vio que este pequeño pero importante gesto también lo habían
hecho dos de sus amigas presentes en la llamada, Inma y Violeta, al compartir
en Instagram una historia ofreciendo su ayuda.
Pensó que esas pequeñas iniciativas individuales podían crecer de manera
conjunta. Entonces se acordó de “Los Becas”, un grupo de amigos nacido a raíz
de compartir experiencias en el programa Becas Europa, y que para Violeta y
Teresa fueron un factor muy importante al haber compartido muchos momentos
juntos. Ahí
estábamos “Los Becas” y Opinión20 haciendo una entrevista por su gran éxito,
materializado en veintiún mil seguidores, más de seiscientos voluntarios y
cientos de preguntas respondidas tan solo una semana más tarde de aquella
pequeña propuesta de Amaya.
Cuando les preguntamos por qué se deciden a ayudar a otros y no a cualquier
otra actividad personal para hacer durante la cuarentena, ninguno de ellos titubea
en que lo hacen al empatizar con las dificultades de los que eran ellos hacía
un año.
A este éxito llegan de manera muy poco planificada. Su estrategia de
difusión no era más que unos mensajes por grupos de WhatsApp, un logo
improvisado y una cuenta de Instagram. Ellos mismos nos dicen que “ha sido
empezar la casa por el tejado” ya que hasta el mismo día de la entrevista
todavía no tenían ni una página web. Se trata de un proyecto en plena fase de
expansión que ha aparecido en el lugar adecuado, en el momento preciso y con el
público objetivo perfecto. Pese a que sería una mina de oro empresarial, nos
insisten una y otra vez en que no quieren “un solo céntimo” y más aún cuando el
trabajo proviene del tiempo de muchos voluntarios.
Hablando de la disposición de los voluntarios, Teresa nos cuenta: “Nos
sorprendió un montón la respuesta de los estudiantes que lo necesitan, pero nos
sorprende mucho más la respuesta que hay de todos los voluntarios que hay
detrás, conociéndonos solo por redes sociales.”
Solo tienen palabras de agradecimiento para los voluntarios y es algo que
no paran de repetir durante la entrevista. Cuando les preguntamos por qué creen
que han tenido ese poder agregador de convocatoria altruista, David no lo duda:
“Porque la gente es buena, es así de sencillo. Todos en nuestra cuarentena y en
nuestra vida en general tenemos el instinto de ayudar al otro y si te ves
arropado y con difusión de lo que haces, es mucho más fácil”. A raíz de eso,
todos están de acuerdo en lo mucho que les animó ver a mucha gente implicada en
sus trabajos sanitarios o en sus iniciativas para ayudar a los demás. Lo resume
muy bien Violeta cuando nos dice: “Con la cuarentena estás viendo que hay gente
que está dando mucho de sí, es una motivación para ti y es un ejemplo que fuera
de la cuarentena no recibes”.
Se sienten arropados por familia y amigos, pero les sorprenden los
prejuicios cuando se generaliza sobre los jóvenes, como si de un colectivo se
tratase. Teresa nos dice: “Las generaciones cambian, pero también tienen sus
propias formas de ayudar. Esto no es como ayudaría un joven hace cincuenta años,
sino que tenemos más herramientas y formas diferentes de ayudar. Eso de decir
que los jóvenes no hacen nada y que solo están con las redes sociales…; pienso que
les sacamos provecho a estas, que innovamos y somos igual de buenos que otras
generaciones“.
Les preguntamos qué tienen que decir ante el mantra tantas veces repetido
de que la envidia y el egoísmo son deportes nacionales. Natalia pide turno de
palabra en el pequeño caos de la videollamada y nos dice: “Personalmente, no
soy una persona muy patriótica, pero si hay algo que me gusta de nuestra
cultura es que creo que estamos muy volcados en la gente, creo que somos una
cultura muy poco individualista y eso se ve en la calle, y se ve que estamos
para el otro, este país tendrá taras, pero creo que la solidaridad está más que
presente”.
Por último, nos cuentan que poco a poco van convenciendo a sus amigos a meterse
a ayudar y dejar de lado la “cuarentena de sofá”. David nos lanza esta pregunta
a todos: “¿Qué puedes hacer tú en la cuarentena?”. Amaya no duda en añadir que
quiere ser cierto efecto dominó para que cuando uno tenga una idea se lo cuente
a gente conocida para hacerla en equipo y no se quede únicamente en la teoría:
“No es decirle, ¡que se lance!, sino que encuentre a gente con quien hacerlo ya
que cuando tú no puedes, el otro puede tirar por ti y eso es una pasada”.
Y tras una hora hablando, cuando la entrevista estaba a punto de acabar,
Natalia sin darse cuenta me descubrió el porqué del interés de esta iniciativa
y es que “sienta muy bien, en medio de la cifra de muertos e infectados, de la
crisis económica, la crisis de refugiados, que haya gente que diga: «eh, te puedo ayudar», eso sienta muy bien…”.
Gracias a Amaya, Celia, David, Inma, Marta,
Natalia, Teresa y Violeta por contarnos vuestra aventura emprendedora y por
dedicarnos un rato de vuestro sábado de cuarentena.