Quiero ser Nadal

Por Álvaro Maldonado de la Cuadra.

¿Tenemos un don o nos proponemos cosas que conseguimos? Parece que el sueño americano de todo se puede si lo piensas, si te arriesgas lo consigues, nos tiene rodeados por doquier en anuncios y tazas de desayuno, como si fuese la píldora para llevar la monotonía con una sonrisa fabricada.

Ante esta corriente masiva de todos podemos hacer todo, una fuerte oposición aludiendo a los dones y a las capacidades innatas de cada uno lo está contrarrestando. Hace unas semanas pude leer un artículo en el Español donde vi muy clara esta confrontación de ideas ante una iniciativa del consistorio madrileño llamada “Versos al paso” que a lo lejos parece que se resume en una simple moda de tazas y bolígrafos, pero que al final es nuestro devenir como sociedad.

Es por ello por lo que lanzo la pregunta: ¿Podemos hacer todos todo? Parece que la igualdad de oportunidades que tan positiva es nos está confundiendo con la igualdad de fines a los que llegamos. Hace unas semanas vi a Nadal inaugurando el Open USA y como siempre me rendí ante su carrera profesional. Pensé que era algo merluzo querer llegar a ser el número uno de la ATP si ahora mismo ni estoy cogiendo una raqueta... Ya me decía mi abuelo: “Cuando la gente dice quiero que me toque la lotería yo les pregunto: ¿Acaso has echado el décimo?”.

Pero de ahí a la crítica sistemática a no poder hacer una cosa por no tener un don innato se ignora que todos en un principio en cualquier momento hemos sido principiantes.

¿Qué hago yo escribiendo aquí? ¿Qué haces tú leyéndome? Si no me hubiese quitado el gusanillo puede que no hubiese aprendido que la coma del primer párrafo está mal puesta. Pero tras cada artículo aprendo para mejorar el siguiente. Que esto se trate de un don lo dudo mucho, que escriba bien aún más. Pero que mejore y abra más puertas de conocimiento no tengo ninguna duda de que empieza desde el momento en el que he escrito la primera letra de este artículo o desde que tú te hayas tomado un tiempo para ver que piensan chavales de veinte años.

Básicamente tener una idea de negocio no te convierte en Bill Gates, ni escribir un par de artículos en Javier Marías, pero me pregunto qué hubiese pasado si estos no lo hubiesen intentado. He aquí una gran pregunta, hay millones de personas escribiendo, pero… ¿Pensando en alguien como objetivo?

Posicionarse en si se tiene un don o todo es obra de la práctica me parece bastante trivial.
Como en otras muchas cosas el término medio es la clave por lo que me decanto por él y por el realismo. Ya sea para decir que hay que buscar la combinación entre lo que a uno le gusta y lo que se le da bien, pero respetando a los miles de tenistas que quieren liderar el ranking mundial sin llamarles panda de pringados novatos, pero tampoco creyendo que todos ellos serán Rafa Nadal o Roger Federer. 

Ni yo me quedo con una idea clara de todo lo expuesto, pero si con mucho que pensar. Aún así voy intuyendo que la receta del éxito tiene que ver con la realidad, la perseverancia, el entrenamiento, el continuo aprendizaje y un poquito de suerte o para que no suene tan de película estar en el momento adecuado en el lugar adecuado.