Por Álvaro Maldonado de la Cuadra.
Tras años de recortes, paro, desconfianza en los partidos políticos, en el sistema bipartidista, (que se pasaba la pelota de la gestión de los problemas hasta en la misma legislatura entre autonomías y el ejecutivo nacional) y
en ciertas instituciones que nunca antes habían sido cuestionadas, miles de
personas acudieron a la calle, a una concentración que no fue organizada ni por
políticos, ni sindicatos, sino por un par de plataformas llamadas “DemocraciaReal Ya” y “Juventudes Sin Futuro” allá por mayo de 2011.
Les estoy hablando del
famoso 15-M, seguramente usted estuvo allí, o sino algún amigo, familiar o
conocido. Fue un movimiento novedoso, inspirado en corrientes mediáticas de aquél entonces, acampada en lugar de marcha o convocatoria
por Twitter en lugar de panfletos por las calles, en la forma de criticar al
sistema y de canalizar el malestar de una sociedad que no daba crédito a lo que
estaba pasando.
El movimiento como tal
tuvo su momento de gloria en aquel mes de mayo, que invadió las plazas
españolas y en especial la plaza del Sol de Madrid, pero su estructuración
antisistema en barrios y distritos se fue desarmando de apoyos con el paso del
tiempo. Sin embargo, hoy en día parece que su legado está presente en cada una
de las campañas y fotografías de un único partido político.
Paloma Cuevas en “Podemos y el 15-M, ¿de Sol a Bruselas?”
tras un exhaustivo análisis niega que muchos de los líderes de la ejecutiva morada actual tuviesen un papel destacable en el movimiento como
si lo tuvieron otros personajes que reivindicaron el
panorama político del momento como Fabio Gándara o Aguirre Such.
Aun así, parece que los políticos de este partido en la actualidad, lideraron este movimiento social. A base de la repetición han conseguido crear
una realidad paralela, maniobra aplicada día a día como a lo largo de la historia.
Este pequeño escrito solo
quiere dejar patente que Podemos y su relación con el 15-M, movimiento ya perteneciente a la historia española, es una apropiación y abanderamiento del mismo en el presente con fines políticos. No fue Podemos, fundado, por cierto, en enero de
2014, fue la gente harta en un momento determinado que salió a la calle arropada por las dos plataformas
mencionadas en el origen y ciertos medios de comunicación.
Querido líder político que decida o haya decidido usar el 15-M con fines políticos sin haber pertenecido a él,
para la próxima vez que su Twitter o campaña electoral se base en el movimiento, recuerde una frase popular: “Al César lo que es de César, y a Dios, lo que es de
Dios”